Nuestros pilares son:
• Valoramos el despertar y gestión de la consciencia en el proceso de pensamiento: el proceso habitual en los equipos de trabajo y educativos. Este punto responde a las preguntas relacionadas con la planificación y organización del trabajo: "¿Qué tenemos que hacer, cómo, quién, cuándo ..."
• Valoramos el tomar consciencia y gestión en el proceso de hacer, de acción y de voluntad: es al que quizás se da máxima atención y dedicación en los equipos de trabajo y educativos.
• Valoramos el despertar y gestión de la consciencia en el proceso del sentir. Es decir, tomar conocimiento del mundo interno de los miembros de los equipos con el fin de gestionar los grupos teniendo presente esta realidad, y observar cómo su consciencia y evolución condiciona y favorece el mundo externo y colectivo. La cita de Virginia Satir: "La comunicación es a la relación como la respiración es al mantenimiento de la vida" es un claro ejemplo de cómo la comunicación con uno mismo/a y los demás nos condiciona.
• Valoramos el tomar consciencia y gestión en el proceso de ser, de la acción hacia dentro o interioridad. Son citas sabias las palabras de Sócrates: "Sólo es útil el conocimiento que nos hace SER mejores personas" o de William Shakespeare: "De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo"
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• Valoramos los aspectos del sentir y del ser, pues observamos que tanto las empresas, como responsables de la evolución económica, los centros educativos y la sociedad, como responsables de la evolución educativa y cívica, en general, están focalizadas en el pensar y el hacer de las personas que viven en sus equipos.
• Valoramos el tomar consciencia y gestión en el proceso del tener, de la acción hacia fuera, en conexión con el mundo material.
• Valoramos el cuidado de las personas, su entorno y la naturaleza, para volver a conectar con las raíces y compensar el contacto con el mundo virtual de la tecnología y aquella parte de la consciencia colectiva y de la cultura de la cual nos hemos apartado.
• Valoramos el contacto entre persona y persona, para encontrar la parte más profunda que nos une entre nosotros y a un todo.
• Valoramos la mirada como seres vivos orgánicos, contemplándonos internamente, y observándonos, como seres que pensamos, sentimos y hacemos, educando desde el pensamiento, el sentimiento y la voluntad o la acción.